#Menú9al14deMarzo20
Pon una cazuela a fuego alto con abundante agua + ½ tsp sal.
Cuando rompa a hervir, añade la coliflor y cuece durante 15 minutos. Escurre sobre un colador.
Cuando haya templado un poco, coloca sobre un paño de cocina limpio y cierra, dale vueltas y aprieta como si quisieras exprimir la coliflor. Es importante que suelte la mayor parte de agua posible. Reserva.
Calienta el horno a 180 ºC. Forra una bandeja con papel de horno y pinta con aceite de oliva.
Tritura los garbanzos (sustituye por coliflor cocida para AIP y paleo estricto) + el ajo + las especias + ½ tsp sal durante 1 minuto o hasta que se forme una pasta. Es importante que los garbanzos estén bien escurridos.
Añade el resto de ingredientes (excepto la harina) + ¼ tsp sal y mezcla con una espátula hasta integrar. Prueba el punto de sal y especias, puedes añadir más comino si quieres. Deja reposar en la nevera tapado durante 20 minutos.
Haz bolitas del tamaño de un albaricoque y aplasta un poco para dar forma de falafel. Si la masa se te pega a los dedos, añade 1 Tbsp harina de garbanzo y mezcla, o engrasa tus manos con un poco de aceite.
Reboza en la harina y coloca sobre la bandeja.
Hornea a media altura unos 20-25 minutos, dando la vuelta a mitad de cocción, hasta que se doren un poco. Los falafel al horno quedan deliciosos, pero si prefieres su versión más tradicional, puedes freír en abundante aceite hasta que se doren. El resultado será más crujiente y menos seco.
Mezcla en un bol todos los ingredientes y remueve hasta integrar. Prueba el punto de sal.
Sirve los falafel sobre el mezclum y acompaña con la salsa de yogur.